y en Lanzarote
La rinoplastia, también llamada cirugía de la nariz, es otra de las intervenciones de cirugía facial más demandadas por nuestros pacientes de Las Palmas y Lanzarote; tanto en hombres como mujeres, con el fin de conseguir corregir aspectos estéticos o de la salud del paciente.
Por norma general se podrá reducir o remodelar, cambiar la forma de la punta o del puente de la nariz, remodelar los orificios nasales o cambiar el ángulo que ejerce la nariz sobre el labio superior. Todo dependerá de las necesidades y peticiones del paciente; además de las posibilidades que ofrezca el cirujano.
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Como en la gran mayoría de los procedimientos quirúrgicos, los preparativos para la intervención son necesarios y comenzarán semanas antes de la intervención. En el caso de la rinoplastia comenzarán sobre dos semanas antes de la cirugía.
Es fundamental seguir las indicaciones del cirujano para evitar posibles imprevistos en la intervención. Por ello, será necesario interrumpir el uso de antinflamatorios y anticoagulantes, ya que estos incrementan el riesgo de sangrado extremo. Además, es necesario no consumir suplementos vitamínicos y sustancias que puedan retardar la correcta cicatrización; así como el tabaco y el alcohol. Del mismo modo, es preferible no tomar el sol previamente y utilizar siempre un SPF alto para salir a la calle.
Sea como sea, será el doctor quien determine todas las pautas a seguir para que la intervención sea un total éxito.
La intervención de rinoplastia se puede realizar con distintas técnicas, por lo que según la valoración personalizada de cada caso el doctor decidirá que técnica es la más idónea. Además, será imprescindible realizar unas pruebas previas, ya que se llevará a cabo bajo anestesia general.
La duración media de la intervención es de una hora, hora y media, aunque puede variar según el caso particular dependiendo de su complejidad.
Después de la cirugía, el doctor recomendará unas pautas postoperatorias obligatorias y se podrá volver a la vida normal paulatinamente.
Se aconseja dormir con la cabeza hacia arriba durante los primeros días y no comer alimentos que estén muy calientes o que nos exijan la masticación excesiva. Además, no se debe ingerir alcohol durante las primeras semanas, ni tampoco fumar. Del mismo modo, se deben evitar todas las actividades que requieran un esfuerzo físico.
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