y en Lanzarote
La liposucción de cuello es muy útil para mejorar el ángulo del cuello, eliminando el doble mentón comúnmente conocido como “papada”. Una antiestética y característica molestia que ocasiona complejos no deseados entre quienes la tienen.
Esta intervención puede realizarse como procedimiento aislado, en aquellos casos en los que exista una piel y tejido muscular con buenas condiciones de tono y elasticidad, o bien puede combinarse con un lifting facial. Será el doctor quien aconseje lo que mejor se adecue a cada caso en particular.
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Aunque existen alternativas que ayudan a mantener la piel firme, como el yoga facial y, aunque sabemos que en el cuello se encuentran músculos que podemos ejercitar y trabajar para mantener la piel elástica y firme. A veces es imposible poner remedio sin cirugía mediante. Si la papada es debida a la flacidez excesiva de la piel y a la falta de tono muscular se necesitará algo más que simples ejercicios para erradicarla. Esta solución efectiva es la liposucción de papada. Un procedimiento que no implica dolor, ni conlleva cicatrices visibles y, prácticamente no implica molestias después de la cirugía.
Esta intervención es muy sencilla y se puede realizar de forma ambulatoria con anestesia local con sedación, en los casos sin complicación, y no combinados con el ya mencionado lifting facial. Tiene una duración media de unos 45 minutos, aunque todo varía en función de cada caso particular.
Los resultados son inmediatos y sin efectos secundarios, reafirma la zona de la papada volviendo a fortalecer la piel, estimulando la producción de colágeno, elastina y del conocido ácido hialurónico. Además, resulta ser totalmente una intervención indolora.
Después de 4 o 5 horas posoperación, el paciente pude irse a su casa, pero es recomendable que sigan las indicaciones que el doctor dicte para no afectar a su salud, ni el resultado final. Además, será necesario no hacer movimientos bruscos con el cuello. Por ello, hay que tener muy cuidado en hábitos diarios como, por ejemplo, la ducha. No podemos dejar de lado, la recomendación de no exponerse al sol los primeros días y dejar de fumar o tomar bebidas alcohólicas también será necesario.
El cirujano será el encargado de recomendar unas medidas postoperatorias para la correcta cicatrización de la intervención. A los pocos días, suele ser una semana, se podrá volver a la vida normal y a realizar cualquier tipo de actividad; eso sí, siempre con cautela hasta que la zona esté completamente cicatrizada.
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